Los riesgos para los ojos de los deportistas pueden provenir de los objetos y accesorios que utilizan, como las raquetas, bates, sticks o bastones. Pero además, las pelotas, balones y discos, se convierten en auténticos proyectiles que si impactan con la superficie ocular pueden causar graves daños.
Sin embargo, uno de los mayores riesgos para la visión del deportista son sus propias manos, codos o rodillas. Cualquier deporte de contacto en el que se produzcan los lógicos forcejeos representan situaciones de peligro para uno de los órganos más delicados de nuestro cuerpo.Los especialistas recomiendan el uso de gafas de protección especiales, aunque no se necesite ningún tipo de corrección optométrica. Sobre todo, en el caso de los niños, que generalmente por su inmadurez en el desarrollo tienden a realizar los movimientos de forma más torpe e imprecisa.
(Foto: dan4th en Flickr)
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